El Lobisón

Ya pasó mucho tiempo, desde que mi papá murió. Todo esto empezó hace unos meses, nos habíamos mudado desde Tucumán hasta Buenos Aires, a una casa abandonada que a mis papás les había gustado y la remodelamos. Mientras las construían encontramos esqueletos de mascotas.
Pasaron unas semanas y la casa estaba terminada y nos mudamos. Teníamos un patio enorme, perfecto para nuestro perro. Al día siguiente empecé a ir a un colegio nuevo, que quedaba a unas cuadras de mi casa. Todo iba bien hasta que un día cuando volvía del colegio, escuche un ruido extraño detrás de un árbol de mi vecino. Fui a ver y era un cerdo peludo con colmillos que estaba comiéndose a un perro. No sabía bien si era mi perro u otro, pero tenía mucho miedo. Cuando sin querer tiré un tacho, el cerdo se volteó, me miró con una cara de rabia y odio, y escapó a toda velocidad. Me acerqué a ver si era mi perro , pero por suerte no era.
Cuando volví a casa le conté todo a mis papás, pero ellos no me creyeron, así que fui a mostrarles el cadáver del perro, pero ya no estaba.
Pasaron los días y no había visto a esa criatura. Investigué en muchos libros y también en internet, hasta que al fin pude averiguar que se llamaba "El Lobisón".
Pasaron los meses y una noche mientras comíamos, el perro empezó a ladrarle a la nada, mi papá se paró y fue a ver que era, cuando el lobisón saltó sobre él y le mordió el brazo, pero mi papá agarró una rama que estaba en el piso y le pegó en el hocico y el lobisón lo soltó y salió corriendo. Mi mamá y yo corrimos a buscarlo para revisar la herida del brazo, y pudimos ver que no era muy profunda.
Esa misma noche mi mamá se despertó porque había escuchado unos ruidos extraños, vio que mi papá no estaba en la cama y entonces fue a ver. Primero me despertó y juntos fuimos a la cocina y vimos al lobisón comiéndose a nuestro perro. Él se dio vuelta y nos persiguió, así que corrimos muy rápido, pero el lobisón era más rápido que nosotros, entonces mi mamá agarró un pedazo de madera rota, el lobisón saltó encima de ella y entonces ella le atravesó el pedazo de madera rota por la garganta y lo mató. Después de eso nos volvimos a vivir a Tucumán.
Groarr! Tock! Que será ese ruido? Parece que viene del cuarto de mamá. Mejor voy a ver...  Me levanto y camino lentamente hacia el otro cuarto, tratando de no hacer ruido. No veo a mi mamá, que raro.  Que habrá sido ese ruido? Mamá, donde estas?! Groarr! Uh! Otra vez ese ruido, que será? Mejor vuelvo a mi cuarto que estoy muerto de miedo. No, no, nooooo! El lobizón, que hace acá? Si lo mató mamá.... Hhaaaaaaa!!!
 

Comentarios

  1. Buen trabajo. Tu descripción del lobizón recuerda a la del cuento de Quiroga e incluiste cuidadosamente el detalle del perro "ladrándole a la nada". Tu cuento está bien organizado y redactado. La ortografía y tildación son correctas. La narración en 1ra persona contribuye a crear, sobre todo al final, una cercanía entre el lector y el protagonista.
    8 (ocho)

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